Mi buen Dios
- Felipe Torres
- 20 oct 2015
- 2 Min. de lectura
Padre santo hoy me acerco a ti con el ánimo de expresar estas palabras de agradecimiento por todo lo que has logrado hacer en mi vida.
Recuerdo como si fuera ayer aquellos días cuando mi espíritu vagaba sin dirección, o peor aún pensando que tenía el control de mi vida, aún cuando mi familia desde pequeño me llevó por una buena educación el entorno social en el que estaba venía afectando poco a poco mi dirección, aquellos que dicen ser amigos y que solo están allí cuando quieren que los acompañes en los malos habitos, haciendo de esta forma que con cada minuto que dediques a esto destruyas tu vida y te haga perder lo que mas quieres, la familia empieza a tener un segundo plano, las responsabilidades se olvidan, permites que tus sueños se nublen y comienzas a vivir en una carrera por agradar a los demás. Aunque simpre te tuve a mi lado mi buen Dios confieso ahora que no te estaba dando la importancia que mereces, si es cierto que sabía que eras mi señor y creador y que podía contar contigo en cualquier momento pero habían otros afanes que te quitaban la importancia que mereces. Sin embargo ahora entiendo que simpre estuviste allí, sin afán de juzgarme, sin querer que llegara a ti para rechazar mis suplicas, solo querías que retomara el buen camino, aun con todos los errores que cometí y y sin pensar en el daño que pude casar a otros tu esperaste pascientemente, porque solo querías volverme a ver sonseir a tu lado. Hoy quiero darte infinitas gracias por no haberme abandonado, no creo tener como pagarte por recibirme nuevamente en tus brazos, gracias mi Jesús por mostrarme el camino nuevamente, confesé mis pecados a tí y de corazón me arrepentí con el ánimo de caminar nuevamente de tu mano.
Ahora mi vida se llena de bendiciones cada día, agradezco también a aquellas personas que estuvieron allí cuando realmente lo necesitaba, a los pastores que me recibieron en sus iglesias y alas personas que allí trabajan para renovar vidas, fuiste tú que mediante ellos serviste de sanador y de reconfortador, me enseñaste poco a poco a confiar en ti, me diste el valor para salir de el abismo en el que estaba, has reafirmado mi fé en ti y contigo he podido superar las pruebas por las que he pasado. Mi vida no sería nada sin ti y es por eso que quiero dedicarte este espacio en mi vida, mi deseo ahora es que que aquellos que puedan necesitar de una voz de aliento puedan encontrar en este lugar un motivo para regresar a tí así como yo lo encontré cuando lo necesité. Quiero que me guíes durante todo el camino que vamos a recorrer juntos y que pongas tus palabras en mi boca para quellos que buscan tu aliento.
Tambien te pido que este proyecto siga adelante solo si tu vas a estar presente en el todo el tiempo, que se haga tu voluntad y no la mía.
Gracias por darme la vida eterna Mi Buen Dios.

Comments